Sin lugar a dudas, una de las habilidades necesarias para el futuro del trabajo es la creatividad. Así lo confirma el Foro Económico Mundial en un informe que muestra las diez habilidades más demandadas para el 2025, en donde la creatividad, originalidad e iniciativa se ubican en el quinto lugar de importancia.
 
Y es que hoy, cuando nos enfrentamos a nuevas disruptivas tecnologías en diferentes sectores de la economía, desarrollar habilidades como la tolerancia a la ambigüedad, tolerancia a la complejidad y apertura a la novedad, pueden hacer el trabajo más eficiente.
 
Con este enfoque, y bajo la convicción de que la creatividad represente un "sello institucional", en 2017 nace UNAB Creative. Desde este centro los estudiantes desarrollan habilidades creativas, empresariales y de relacionamiento con el sector externo. Además, se ha enfocado en desarrollar una mentalidad creativa con procesos y ambientes que promueven la ideación y la validación de productos.
 
Así mismo, desde los cursos de creatividad hasta las prácticas de autogestión articuladas con el ecosistema regional y nacional. se fortalece el emprendimiento formando pensamiento crítico y creativo.
 
Para lograr mayor impacto, surgió la alianza con el Centro de Imaginación Aplicada de Buffalo State University, que ha permitido la formación en creatividad de profesores y administrativos, como participantes determinantes para el crecimiento y sostenibilidad de nuestros objetivos.
 
Entre 2017 y 2022, más de 4.500 estudiantes de pregrado de todas las facultades ya han recibido cursos de creatividad y emprendimiento. En posgrados, cerca de 2.000 estudiantes han tomado el curso de Solución Creativa de Problemas en modalidad presencial o virtual. Igualmente, la UNAB cuenta con espacios que se han venido transformando con el fin de desarrollar la creatividad y ha capacitado a sus profesores en el Modelo de Incubación de Torrance para hacer sus clases más creativas, y al mismo tiempo, desarrollar la creatividad en los estudiantes.
 
Sigamos impulsando la creatividad como "tiquete de futuro" y rasgo distintivo de nuestra región a todo nivel, especialmente en las nuevas generaciones.