Esta raza caprina se caracteriza por su gran productividad cárnica y reproductiva, fácil adaptación a los cambios climáticos, pues soportan temperaturas que oscilan entre los 16º y 24º centígrados; por más de 500 años han sobrevivido al terreno grietoso y montañoso predominante en el Cañón del Chicamocha, y por su excelente capacidad alimenticia de arbustos y cactus.

Tras un proceso científico investigativo, en componentes moleculares, de producción, y morfometría sobre el origen de la cabra criolla santandereana, se logró el reconocimiento y aceptación como raza pura ante el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, entidad que regula los recursos zoogenéticos presentes en Colombia.

Luis Hernán Pacheco, Presidente de la Asociación colombiana de Criadores de Cabra santandereana, ASOCRÌAS, “Desde hace 28 años se buscaba el reconocimiento de la cabra, como raza pura santandereana. El 29 de abril se realizó el lanzamiento en Cenfer, efectuándose ese mismo día la certificación, con la participación de los 20 municipios que conforman Asocrias”.

Agrega “Desde el año pasado se adelantó una alianza entre el sector productivo, Corpoica, SENA, UIS, y la Gobernación de Santander, acompañado de la Cámara de Comercio seccional Málaga, para obtener la certificación de la cabra como patrimonio genético de la nación; es así que, desde el pasado 29 de abril, Santander cuenta con la certificación del caprino, el cual se encuentra establecido en 22 municipios aledaños al Cañón”.

En el mes de julio, Asocrias participará de Agroexpo 2017 Bogotá, allí en medio de la asistencia prevista del Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri, se dará a conocer los caracteres que denotan al animal como raza pura de Santander, pues dentro de su morfología está el color, que varía según la zona; el tamaño y peso en el macho oscila entre 65 cm de altura y 40 kilos y en la hembra 60 cm y 35 kilos; caído de anca y extremidades acopladas al ambiente.